No todas las caras se envejecen igual, y no todas requieren el mismo procedimiento.
El envejecimiento genera cambios en diferentes niveles: la piel se vuelve laxa y presenta pérdida de la elasticidad por daño actínico con la exposición solar durante la vida y pérdida del colágeno. La grasa y tejido muscular descienden por pérdida del soporte ligamentario, y se atrofian disminuyendo su volumen; esto lleva a la pronunciación de los surcos nasogenianos y mentolabiales.
Esta cirugía está indicada en pacientes mayores de 35 años que se encuentren sanas, con expectativas reales, que tengan cambios por envejecimiento a nivel del tercio medio e inferior de la cara (mejillas, región mentoniana y perioral).
Se puede asociar a otros procedimientos que rejuvenezcan, región frontal y orbitaria (blefaroplastia, frontoplastia y cervicoplastia).
La cirugía consiste en realizar una incisión a nivel preauricular que se extiende hacia superior a la patilla y a nivel posterior de la oreja (estas cicatrices quedan camufladas).
Se realiza disección y separación de los tejidos, se utilizan suturas permanentes internas para reposicionarlos hacia arriba y afuera; y por último se retira la piel sobrante.
Se realiza bajo anestesia local asistida (local más sedación por parte del anestesiólogo) o con anestesia general si el paciente lo prefiere.
5 horas
Requiere de un día de hospitalización o acompañamiento por enfermera en casa. Durante los primeros 3 días se recomienda dormir con cabecera elevada, utilizar compresas frías, y se deja drenes por 4 días.
Requiere reposo por 3 días, inicio de actividades diarias a los 7 días y actividad física al mes.