Está indicada en personas que hayan terminado el crecimiento óseo (entre los 16 y 18 años) y que tengan una deformidad nasal, ya sea de nacimiento, por un accidente o por enfermedad.
Es importante una expectativa real de la cirugía, teniendo en cuenta que este procedimiento puede producir cambios en la apariencia, estructura y funcionalidad nasal.
Se debe realizar una adecuada historia clínica, examen anatómico y toma de fotografías para programar la cirugía.
No existe un tipo de rinoplastia universal que cubra las necesidades de todos los pacientes; todas las técnicas tienen ventajas, desventajas e indicaciones específicas.
La cirugía consiste en realizar cambios en la estructura ósea, cartilaginosa y tejidos blandos nasales para corregir el defecto.
Hay métodos que dejan cicatrices internas no perceptibles y otras que dejan cicatrices externas.
Se realiza bajo anestesia general.
2 a 3 horas en promedio.
Se debe tener reposo por 3 días, posterior a esto puede volver a sus actividades diarias, evitando la actividad física por 6 semanas.
Se pueden dejar las fosas nasales taponadas por 24 a 48 horas, y se deja una férula dura en el dorso con cintas adhesivas que nos ayuda a evitar cualquier desplazamiento por trauma externo, y a disminuir la inflamación; esta se deja por una semana y posterior a esto se cambian las cintas adhesivas cada semana por 1 mes aproximadamente.